sábado, 6 de abril de 2013

ESCRACHE




No hay derecho. Llevo días, quizás semanas, quizás meses soportando su provocación. No sé cuando llegaron mis dos vecinas, pero no puedo olvidar su primera aparición en la ventana. Siempre provocando. La primera vez fue un reposado desnudo de medianoche. Le siguió otra noche en la que a la ceremonia del despojo de su ropa siguieron unas tibias caricias. Sin tapujos. Primero la blusa, luego la falda, lentamente las medias, breve parada en el corchete del sujetador y rapidez instantánea en la bajada de sus braguitas. No hubo prisas en esas manos de manicura francesa que acariciaron pezones que fueron creciendo, curvas que se fueron expandiendo y un sexo humedecido que se acabó convirtiendo en una fuente de de placeres para todo el vecindario. Aunque lo mejor estaba por llegar. El piso acabó siendo compartido. Si ella era una inquilina sin tapujos, la nueva vecinita venía dispuesta a compartir. Todo. Absolutamente todo. Primero fueron jueguecitos. Luego pasaron a las actuaciones, con melodías sugerentes que acompañaban sus estudiados desnudos. Y de los preliminares a la práctica. Delante de la ventana, ante todo el vecindario, llegaron a compartir besos, caricias, lametones y hasta juguetitos. Desnudas frente al mundo. Sin tapujos ni hipotecas. Y hasta con gemiditos públicos. El día que la nueva inquilina lamió el sexo de mi vecina hasta  dejar un reguero de placer en el cristal de la ventana decidí actuar. No estaba dispuesto a seguir soportando el espectáculo. Por eso me encaramé a la ventana y pedí la colaboración ciudadana. Me acompañó un vecino en la protesta. Y de aquí no me bajan, lo juro. Me da igual que me identifiquen todos los miembros del Cuerpo Nacional de Policía. Para cuerpo el de mis vecinas. De aquí no me bajo. Mi queja está justificada. No quiero seguir siendo un mero espectador. O participo en sus pecaminosos juegos o me convierto en un atlante eterno de esta fachada. He dicho. Y conste que soy capaz de soportar cualquier peso menos el de ser un voyeur eterno sin participación, sea preferente o medio hipotecada…

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